Plumas, purpurina, lentejuelas… Atrás quedaba otro Carnaval lleno de recuerdos y vivencias. Pero, de repente, las noches de música, bailes y risas quedaron silenciadas.
Los diseñadores del Carnaval se ven afectados por la crisis sanitaria. Todos los carnavales se han suspendido y ellos no esperan recuperar las inversiones realizadas para la creación de sus fantasías.